miércoles, 20 de abril de 2011

Educar despacio.

El término “Slow” es un concepto que ha sido asignado a diferentes ámbitos de la sociedad, y que en la actualidad se ha unido al ámbito educativo. Intenta proponer una manera de educar que tanto padres como docentes haga que respeten el ritmo natural de aprendizaje de los niños, lejos del actual, una educación acelerada donde la única pretensión es educar más y más deprisa con la finalidad de educar mejor; sin embargo, las consecuencias de ello no son para nada satisfactorias, provocando situaciones insostenibles, pérdida de creatividad y un estrés en los alumnos y al profesorado.
“Slow education” no solo debe darse en el ámbito escolar, sino también en el hogar “slow parenting” proponiéndose a los padres mayor tiempo con ellos, respetar su infancia no ocupando sus espacios vacíos, apostar por el juego sencillo, básico y desestructurado, confiar en su capacidad como padres e intentar despertar en ellos la pasión por aprender.
En mi opinión, esta nueva propuesta hace que la vida acelerada que llevamos hoy en día apenas de espacio para ocuparlo en cosas que gusten a los niños y nos gustan, apenas puedes disfrutar de ellos y pararte a conocerlos, todo es trabajo y ocupaciones y eso no es bueno para ninguna persona.